- Utilizar
Filtros de carbono para absorber contaminantes orgánicos como
pesticidas, sustancias químicas y plomo
- Utilizar
el
filtro de agua por UV para erradicar contaminantes microbianos como
patógenos y bacterias
- Utilizar
el sistema de
ósmosis inversa para eliminar las partículas disueltas restantes en
el agua, incluidos nitratos, pesticidas, metales y minerales.
Cinco contaminantes presentes habitualmente en el agua potable
Dado que el agua fluye a través de arroyos, ríos y lagos, y luego se filtra a través de las rocas y la tierra, esta entra en contacto con diversos materiales que pueden disolverse en la fuente de agua. De modo que cualquier suministro de agua por su propia naturaleza probablemente contendrá contaminación de tipo natural o artificial. Estos son cinco contaminantes habituales presentes en la mayoría de los suministros de agua de España.
1. Nitratos
Los nitratos son sustancias químicas que se encuentran en los fertilizantes, el abono o los residuos líquidos generados por los tanques sépticos. La lluvia provoca escorrentías de las granjas, lo que provoca una acumulación o fertilizantes y abono en las vías fluviales. Las bacterias naturales que se encuentran en el suelo convierten el fertilizante en nitratos, contaminando en última instancia el suministro de agua potable.
Los nitratos son conocidos por ser un contaminante agudo, lo que significa que pueden provocar una afección médica a las pocas horas o días de una única exposición. Los nitratos causan una disminución en la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno por todo el cuerpo. Los niveles altos de nitratos en el agua representan un riesgo menor para un adulto en condiciones normales, ya que los glóbulos rojos afectados se pueden recuperar rápidamente. Sin embargo, estas sustancias pueden tener efectos de carácter grave en el organismo de cualquier bebé, provocando patologías como la cianosis, que limita los niveles de oxígeno en el organismo y puede poner en grave riesgo la vida del bebé.
Según la OMS El nivel de nitratos seguro para el agua de consumo humano es de 50 miligramos por litro (mg/L).
2. Bacterias y Virus
En todos los suministros de agua existen bacterias. Sin embargo, sólo algunas pueden causar daños graves a la salud humana. El E.coli es una de estas bacterias, que se encuentra normalmente en el intestino del ser humano y de los animales de sangre caliente.
Los ríos y aguas situadas cerca de granjas de ganado pueden infectarse de E. coli tras una tormenta, ya que esta podría arrastrar los residuos a una fuente de agua. Así, las escorrentías de aguas pluviales contaminadas, los desbordamientos de aguas residuales y las inundaciones pueden hacer que las fuentes de agua metropolitanas sean vulnerables a la contaminación bacteriana.
Las bacterias como el E. coli pueden causar afecciones médicas como malestar abdominal, fiebre y vómitos. En casos más graves, también provocar neumonías y meningitis. La mayoría de las personas se recuperan de E. coli en un período corto de tiempo. Sin embargo, los bebés y las personas con un sistema inmunológico debilitado pueden sufrir complicaciones potencialmente mortales.
3. Arsénico
El arsénico es un metal pesado que se produce de forma natural en rocas y sedimentos. La actividad minera, ciertas condiciones geoquímicas en los acuíferos subterráneos y su uso en pesticidas pueden contaminar de arsénico el suministro de agua subterránea.
El arsénico se considera un contaminante crónico, y la exposición prolongada al arsénico puede causar cáncer de vejiga, riñón, hígado, próstata y pulmón, así como lesiones cutáneas; esta exposición también se ha asociado a enfermedades cardiovasculares y diabetes. Además, la exposición fetal durante el embarazo puede afectar al desarrollo cognitivo en los bebés antes del nacimiento.
El arsénico es tóxico incluso a niveles bajos por lo que siguiendo las indicaciones de la OMS el nivel permitido de arsénico en los suministros públicos de agua no puede superar los 10mg/l.
4. Fluoruro
El fluoruro es un mineral natural que se encuentra en la superficie terrestre. Cuando el agua subterránea pasa a través de ella, el mineral se disuelve y aparecen unos niveles bajos de fluoruro en casi todos los suministros de agua.
El Consejo General de Dentistas defiende la fluorización del agua, ya que ha demostrado reducir la caries dental en al menos un 25% tanto en niños como en adultos gracias al mineral que ayuda a fortalecer el esmalte de los dientes. Sin embargo, demasiado flúor puede hacer más daño que bien. La exposición excesiva al flúor en los primeros ocho años de vida causa fluorosis dental, una patología que deja marcas blancas o manchas oscuras en el esmalte dental, o huecos entre los dientes.
5. Plomo
El plomo es otro metal pesado que se puede encontrar en los suministros municipales de agua, pero no proviene de fuentes naturales, por lo general tiene su origen en la propia infraestructura de los edificios más antiguos, construida con plomo, y que canaliza el agua a los hogares. Es un riesgo especialmente para los niños, cuyos cuerpos en continuo crecimiento lo absorben más fácilmente, y conduce a efectos perjudiciales para el cerebro y el sistema nervioso. En menor medida, también resulta un problema para los adultos, ya que la exposición puede causar problemas cardiovasculares, aumento de la presión arterial, disminución de la función renal y problemas reproductivos.
La OMS establece una concentración de10mg/l de plomo en los criterios sanitarios de la calidad del agua, y el Gobierno de España ha plasmado esta misma concentración en el Real Decreto 140/2003.
Cómo evitar la presencia de contaminantes en tu agua potable
Existen unos sencillos pasos que se pueden aplicar para asegurar un agua libre de contaminantes comunes. El filtro de carbono utiliza piezas de carbono extremadamente permeables para eliminar las toxinas orgánicas del agua, absorbiendo impurezas como pesticidas, sustancias químicas, e incluso metales pesados como el plomo. Sin embargo, el filtro de carbono no resulta un método eficaz para eliminar bacterias, virus y patógenos presentes en el agua.
Los filtros de agua por UV llenan este vacío, ya que eliminan los patógenos invisibles del agua. La luz UV erradica las bacterias, y ofrece la garantía de que el agua está purificada y libre de patógenos al 99,9999%. No obstante, la luz UV por sí sola no es suficiente, ya que no puede eliminar materiales orgánicos como los productos químicos y los metales.
El método de filtrado más eficaz disponible en el mercado es la Ósmosis Inversa, que elimina todas las partículas disueltas del agua, desde nitratos y pesticidas hasta metales y minerales empujando el agua a través de un micro filtro. El inconveniente de la ósmosis inversa es que también elimina minerales beneficiosos, lo que puede afectar también al sabor.
Si no utilizas un filtro de agua y tienes la sospecha que tu agua puede estar contaminada, es fundamental que te pongas en contacto con tu ayuntamiento, o tu empresa de suministro municipal de agua y solicitar los análisis del agua de tu zona. Si no existiera ninguna anomalía en la analítica, tomar una muestra del agua del grifo y llevarla a analizar a un laboratorio externo e independiente de tu zona. Es necesario utilizar siempre el filtro adecuado y pedir una analítica cuando lo consideres necesario.