Como ya sabes beber agua es fundamental para mantenernos sanos tanto por fuera como por dentro.
Todo el mundo es consciente de que el agua es un líquido fundamental; sin embargo, a la hora de la verdad muy pocos beben la cantidad de agua necesaria.
La constancia y tomarse en serio la ingesta de agua son el requisito fundamental para mantener un hábito saludable, pero si eres de los perezosos te damos una serie de trucos para que beber agua no se convierta en un suplicio.
No debemos olvidar que el agua es la única bebida sin calorías y con los mejores beneficios para el organismo.
Trucos para beber más agua
- Bebe un vaso de agua nada más levantarte: cuando te levantes tómate siempre un vaso de agua. Si lo conviertes en un hábito verás como al final no te cuesta y ya estarás empezando el día de la mejor forma posible. Beber agua en ayunas es ideal para la eliminación de toxinas y sustancias que nuestro cuerpo no necesita. Gracias a esto el agua ayuda a prevenir enfermedades y activa el metabolismo para que empiece a ponerse en marcha para el resto del día. Durante la noche el cuerpo trabaja reparando células y haciendo una limpieza interna por lo que un vaso de agua en ayunas en muy bueno para que el cuerpo libere desechos que no necesite a través de la orina.
- Bebe otro vaso de agua al acostarte: al igual que es bueno beber agua nada más levantarte también lo es hacerlo al irte a dormir. Con esta costumbre apoyarás la revitalización del cuerpo y los procesos de reparación cutáneos que se dan en el periodo de descanso.
Los dispensadores de agua tienen la ventaja de hacer que rellenar tu vaso o botella sea muy fácil. Casi todas suelen dispensar agua caliente en cuestión de segundos, por lo que preparar tus infusiones o té favorito no será ningún problema y no tendrás que poner a calentar en el microondas tu vaso de agua.
Beber agua, una cuestión de hábitos
No hay una regla establecida sobre cuánta cantidad de agua debemos beber al día.
Muchos expertos aseguran que lo ideal es beber 8 vasos al día o entorno a dos litros; sin embargo, cada vez son más los que mitifican esta afirmación y aseguran que no hay una cantidad determinada y que cada persona es un mundo influyendo factores como la edad, el sexo o nuestro estado de salud.
Lo importante es que bebas agua cuando tengas sed.
Nunca pospongas un momento en el que tu cuerpo te pide líquido por que si le acostumbras a esto correrás el peligro de caer en un estado de deshidratación con las consecuencias que eso tendrá para tu cuerpo a nivel interno y externo.
Recuerda que beber por beber y pasarte de los niveles que tu cuerpo demanda también puede ser negativo. Si bebiendo poco agua entramos en un estado de deshidratación cuando excedemos los límites entramos en el riesgo de pasar a la sobrehidratación.