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Consumibles y accesorios
Según el Ministerio de Sanidad, el 99,5% del agua de las tuberías del nuestro país es apta para el consumo, siguiendo los preceptos establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Todas las empresas de agua de la Unión Europea están obligadas a proporcionar información pública sobre la calidad del agua y cada proveedor local tiene que reportar pruebas de laboratorio certificadas cada 6 meses.
Sin embargo, según un estudio de la OCU de 2017, un 46% de la población española asegura beber sólo agua embotellada, frente a un 56%, que asegura preferir la del grifo. Esta tendencia motiva cada año la producción de más de 5.300 millones de litros de agua envasada. El sabor, la cantidad de cloro que incluye en su composición o la presencia de ciertos contaminantes son algunos de los motivos que se encuentran detrás del rechazo que gran parte de la población siente hacia el agua del grifo.
El agua potable es aquella que una persona puede beber todos los días, durante toda su vida y al estar libre de patógenos no representa ningún riesgo para su salud.
En el año 2010, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció el acceso al agua potable y al saneamiento como un derecho humano y fundamentó este derecho en varios elementos clave: accesibilidad física, asequibilidad y cantidad suficiente.
El agua de España es limpia y definitivamente potable. Se puede beber sin problemas en lugares públicos, como restaurantes, bares, hoteles o fuentes públicas.
Las sustancias que, en una proporción muy limitada, pueden afectar y poner en riesgo la potabilidad del agua de grifo de España son los microplásticos, los metales pesados de tuberías sin mantenimiento dentro de los edificios, o provenientes del cloro.
Posible que el cloro deje un rastro que afecte al sabor del agua de grifo y a mucha gente le genere rechazo, pero esta sustancia es necesaria para proteger el agua, cumplir la normativa y evitar enfermedades. Y el sabor es justamente el motivo principal por el que muchos españoles recurren al agua mineral embotellada. Es una práctica preocupante debido al terrible impacto ambiental que genera la industria del agua embotellada.
